9. Amarre y fondeo

Tanto para amarrar la barca al muelle o pantalán, como para fondear, fijando la beta del ancla a las maniquetas de la barca, es necesario desenvolverse con soltura en el manejo de los cabos, al menos, de los nudos básicos que nos atañen.

Los nudos marinos tienen la cualidad de ser seguros, rápidos y fáciles de deshacer.

En muelles y pantalanes deportivos es habitual encontrarnos con cornamusas, bitas o norays para fijar el amarre.

Tanto los cabos de amarre como los de fondeo, para la eslora y peso de la barca deben tener una mena (grosor) de entre 12 y 14mm, a ser posible de nylon o Dracon, para que se hundan y no se enreden con los remos, sin perjudicar además a las embarcaciones a motor que se acerquen.

En el amarre por proa, fijamos la boza en las maniquetas empleando las vueltas de cornamusa y rematando el nudo con dos vueltas mordidas en una de las maniquetas, aquella dónde acabó la última vuelta.

Las maniquetas son la prolongación vertical de los escalamotes de proa, los dos primeros de cada banda, y siendo éstas, aunque coloridas y pintorescas, elementos estructurales de la barca constituyen un elemento muy fuerte y sólido, tanto para fijar el amarre como para el fondeo, pero hay que hacerlo por el punto más bajo, allí donde topamos con la borda, dónde la absorción de los tirones bruscos del amarre es mayor y no se pone en riesgo la integridad de la parte alta de la maniqueta, más frágil.

A la cornamusa del muelle o pantalán se amarra con el mismo nudo. Pero, si en lugar de cornamusa nos encontramos un noray tendremos que recurrir a uno de los nudos más empleados en náutica, el as de guía.

El as de guía es un nudo circular no corredero muy útil para amarrar, formar aparejos, y en vela para fijar los puños de las velas. El as de guía resulta también muy apropiado para fijar el cabo a la popa de la barca de jábega.

Como la popa carece de maniquetas, la beta de amarre, se fija a la prolongación del codaste ( roda de popa), por su nivel más bajo, a la altura de la arbitana. Simplemente hemos de pasar el ojo del nudo por el extremo de la roda y dejarlo descansar en la base.

Otra fórmula es realizar dos o tres vueltas mordidas en la roda, a modo de ballestrinque, haciendo pasar también el ojo de la vuelta por la roda deslizando la hasta el punto más bajo.

El fondeo requiere igualmente fijar la beta del hierro a las maniquetas de la misma forma que empleamos en el amarre, dando largo al cabo de fondeo hasta 3 o 4 veces la distancia de profundidad estando la mar serena, y si se presenta el oleaje, aumentando está medida de 5 a 7 veces la profundidad.

Nudo que merece una mención aparte es el de estrobo, que ya vimos anteriormente, empleado para fijar el remo al escálamo o tolete. Se emplea un cordino de 5 o 6mm.

Nudo de estrobo. Fotografía Ipe Romero

Próximo capítulo

Varada y Limpieza