No te metas que esto es largo…., pero curioso.

Remar supone impeler la embarcación en el agua mediante los remos.

Podemos hacerlo:

marcha avante = bogar

marcha atrás=ciar

La acción de ciar referida al remero, o remar hacia atrás tal como lo define la RAE, lleva asociado el retroceso o marcha atrás de la embarcación. Pero, ¿qué ocurre cuando el mandaor a cargo de «la espailla» gestualmente «cía» a la vez que contribuye al avance de la barca?. En este caso, cabría pensar que ciar y retroceder no van aparejados.

Qué determina la acción de Ciar, ¿que la embarcación retroceda marcha atrás o que «el espailla» adopte el gesto que los bogadores emplean cuando cían ?

Como hemos visto, solo con la definición que aporta la RAE no se resuelve el dilema, ya que se asocia el gesto inverso a bogar con el avance negativo de la embarcación.

Los barcos propulsados a motor, donde no interviene la articulación postural del remero, también emplean el término «Ciar» cuando por contraposición a «dar avante» inician la marcha atrás invirtiendo el sentido de giro de la hélice. Incluso en las embarcaciones que cuentan con dos máquinas propulsoras, también se ciaboga durante las maniobras que requieren virar en redondo, dando avante en una máquina y ciando en la otra.

En este caso resulta claro que es el sentido de la marcha el que determina el uso del término Ciar.

Si aplicamos este baremo a nuestra barca de Jábega tenemos que el mandaor, aún cuando posturalmente adopte el gesto de «ciar», estaría realmente bogando puesto que al desplazar el agua de proa a popa en consonancia con el resto de remeros, contribuye al avance de la barca . Así como estaría ciando toda vez que desplaza el agua con la pala en sentido inverso , de popa a proa, aunque su gesto sea el que emplea el remero en su banco cuando boga.

Siendo esto así, la cosa se complica semánticamente si acudimos al origen del vocablo «Ciar».

Cuando bogamos, intervienen en primer lugar las piernas, que empujan el cuerpo con los brazos extendidos y contribuyen a que la cadera rote hacia atrás .

Por contraposición, cuando ciamos el primer interviniente es la cadera. Pues bien, he aquí que el origen etimológico del término «cadera» es «cía» del latín tardío «scia» y de donde derivan los vocablos «nervio ciático » o «ciática» cuando nos referimos a ese insufrible dolor que provoca su inflamación.

Desde esta perspectiva, estaríamos obligados a emplear el vocablo atendiendo a aquel gesto postural en el que primero interviene la cadera para continuar empujando con los brazos el guión del remo, en este caso de la espadilla.

¿Gesto del mandaor o desplazamiento de la barca?

Si esperan una solución o que me pronuncie en algún sentido, van listos.

Ésto es un dilema crónico que parece consustancial a todo lo que rodea a nuestra querida barca y , si no, recuerden el conflicto irresoluto de «banda de corulla» y «banda de proba».

Así que llámenlo como les venga en ganas.