Sitio orientado a la difusión de contenidos relacionados con el remo en barcas de jábega. Cultura, tradición y deporte en torno a una embarcación única y a la provincia que supo conservarla, Málaga.

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El escudo del Club de Remo Malagueño de Jábega….. en madera

Una talla de Virginia Jiménez

Los escudos que adoptan los clubes deportivos transmiten ideográficamente y en unos pocos segundos el carácter y la razón de ser del propio club.
Por ello es tan importante lucir el blasón adecuado que nos identifique convenientemente. Sobre todo si se trata de un club deportivo que ha de librar batallas en el terreno de juego o, como es en nuestro deporte, en el campo de regatas.

Nuestro escudo, el del club de remo Malagueño de Jábega, responde a un esquema clásico que recoge parte de los elementos figurativos de nuestro escudo municipal.
La corona Real, los colores verde y morado presentes en el blasón malagueño desde 1509 y la cinta inferior con los títulos que ostenta la ciudad. En el campo central, circundado por una orladura, semejante al característico aro salvavidas con la denominación del club, figura el gallardete dividido en cuatro particiones en las que se sitúan, en la parte superior la vista de proa de una barca de Jábega y en la parte inferior una concha de murex. La barca luce los colores actuales de la «María Juliana» y, en cuanto al murex, representa al molusco del que se extrae el tinte púrpura objeto de comercio para los fenicios.
Por último, asoman las palas y guiones por debajo de la orladura, correspondientes a un par de remos cruzados.


El escudo refleja la personalidad de un club que basa su actividad en el remo en barca de Jábega con el debido respeto a su historia y el compromiso con la ciudad a la que pertenece y a la que debe su existencia.

Habitualmente los escudos se prodigan electrónicamente, sobre papel, vinilos, banderas o equipaciones. En nuestro club, además, lo tenemos en la forma de una exquisita talla en madera, obra de Virginia Jiménez, compañera del club y artista que ya había demostrado su habilidad artesana plasmada en los tronos de nuestra Semana Santa. Habilidad acompañada de una gran calidad humana que despliega entre aquellos que tienen la fortuna de conocerla.


En las imágenes podemos ver como de un esbozo en madera se llega al escudo esculpido, listo para ser bendecido por el sacerdote que nos acompañó en la veladilla del Carmen de este año, que organizó el club gracias a la  inestimable colaboración de dos compañeros del club, Jorge González y Ángel David.


En el dorso figura también, grabado en bajo relieve, la imagen embarcada de la Virgen del Carmen, con un corto poema dedicado a la reina de los mares.


Una obra de arte que aguarda paciente a que el club cuente con el emplazamiento adecuado para exhibirla.

Gracias Virginia.

«Senda Azul»

Vereda que se recorre a la vera del mar.

Unas veces caminando a pie por la orilla y, otras, sentado sobre la quilla.

La de hoy, para muchos ha sido así, por la sobrequilla de una barca de Jábega.

El Proyecto Senda Azul, auspiciado por la Diputación de Málaga, ha hecho posible que hoy muchos malagueños hayan mirado al mar desde una perspectiva diferente. Desde la borda de una barca que no llega al metro de altura han contemplado siglos de historia y practicado el remo desde la más elevada y sublime expresión del rebalaje malagueño, la barca de Jábega.

La mayoría de clubes que forman parte de la Asociación de Remo Tradicional han participado de este exitoso proyecto y con gran asistencia de público.

Se ha planteado la experiencia como un bautizo de mar, sin embargo «después del café bebío» como dice la popular guajira , he sentido que para muchos se ha tratado más bien de una «Primera Comunión». Comunión con el mar, con la barca, la cultura y la Historia.

Gracias a todos los que han participado, promotores y asistentes, con especial atención, como no puede ser de otra manera, a mis compañeros de club, que han colaborado coordinando el evento y convirtiendo lo ordinario en extraordinario. Como siempre.

Relación de barcas «ligeras» y «pesadas»

por Felipe Foj Candel

LAS BARCAS PESADAS

(publicado en el grupo especializado de Facebook «solo Remo» 20/08/2022)

Este calificativo se otorga por exclusión a todas aquellas barcas de jábega que superan los 600 kg (límite de las barcas “ligeras”). Por su heterogeneidad y características físicas desde 2017 dejaron de competir en las regatas de la Liga de Jábegas.

Se trata de embarcaciones con varias décadas en sus cuadernas (casi un siglo las dos que se exponen en museos), la mayoría reformadas y utilizadas en la actualidad para el ocio y para procesionar a la Virgen del Carmen.

Su antigüedad hace que se desconozcan algunos datos y que otros hayan variado a lo largo del tiempo, por eso solicito a quien los conozca de forma fehaciente los comuniquen para mejorar este registro de carácter provisional, que ha sido confeccionado con los datos ofrecidos por algunos clubes y propietarios y con la información que en su día proporcionó COBARJA (antecedente de la ART).

Salvo error u omisión, en la costa malagueña contamos con doce barcas pesadas (una de 9 remos) y con otras tantas ligeras (https://tinyurl.com/barcas-ligeras), que unidas a las dos en museos alcanzan las 26. Con la de La Herradura (https://tinyurl.com/barca-Herradura), obtenemos las 27 totales a fecha de hoy.

LAS BARCAS LIGERAS

(publicado en el grupo especializado de Facebook «solo Remo» 21/09/2021)

En términos generales se entiende por “barca ligera” aquella que tiene entre 500 y 600 kg de peso. Esta drástica reducción respecto a las consideradas tradicionales se consigue por la utilización de maderas de baja densidad, distintas según la resistencia que requiera cada pieza.

En julio de 2010 se botó la Rompeola, primera barca ligera, siendo la última La Fogonera, botada el 29 de mayo de este año. Son una docena y casi todas compiten en la Liga de Jábegas, ofreciendo un bello espectáculo de remo deportivo gracias a su colorido, líneas y peso ajustado.

Todas las ha construido José Pedro González, de quien proceden los datos ofrecidos en el cuadro adjunto. Son orientativos: corresponden al momento de la botadura y no tienen por qué coincidir con los actuales.

Quino, el ojo del mar

David Vega Gómez 13/08/2021

Imagen tomada por David Vega durante la Liga de jábega 2021

Tiene mi barca en la proba pintados dos ojos…

Que No, que es mentira, que lleva tres

Dos de colores que baña la mar y

el tercero de Quino que la viene a retratar.

Hoy se ha cerrado un gran ojo, ciclópeo, el del fotógrafo de las barcas que salen a remar.

Cuando mañana las barcas, todas juntas varadas ojos a la mar, ésta los moje hasta el derramar, no serán con olas de agua y sal, sino con las lágrimas que llora el mar.

Adiós Quino, amigo.

imagen cedida por el Club de remo de Pedregalejo

Los comienzos de una nueva barca

La «Fogonera» de José Pedro González

Botada el 29 de Mayo del 2021 es a día de hoy la penúltima barca construida por el carpintero José Pedro González.

Fijar el embón en el taller o varadero, tras la autorización y registro por parte de la autoridad marítima, era el primer paso hace sólo unas pocas décadas para iniciar la construcción de una nueva embarcación.

Estas imágenes corresponden a ese momento embrionario de la nueva «Fogonera» (Noviembre de 2020). Eso sí, las autoridades aquí son las de Manolo «paloa» y Blas del Club de remo de San Andrés que vigilarán con celo su construcción hasta el final.

Preparando el embón para ser fijado bajo el cobertizo del taller de la antigua Escuela Provincial de Remo. Al fondo la antigua fogonera llamada «María Juliana» desde 1998 a 2016 , Fogonera desde 2016 a 2020 y renombrada como María Juliana desde 2020 hasta hoy.

Dos imágenes que quedarán para el recuerdo

La «bulteña» en el SEATRADE CRUISE MED

La SEATRADE CRUISE MED, la feria de cruceros más importante del mundo que pretende situar a Málaga como puerto base, no ha podido escoger mejor escaparate: la barca de Jábega malagueña, representada por nuestra querida «bulteña».

Una barca propiedad de la Asociación de Remo Tradicional que gustosamente cede temporalmente para dar la bienvenida a quienes se acercan a este evento.

En la primera imagen, diversas autoridades entre las que se encuentran nuestro alcalde D. Francisco de la Torre y el presidente de la Diputación D. José Francisco Salado son fotografiados junto a la barca.

En la segunda, la «bulteña, a remolque pasa, camino del palmeral, tras las históricas torres que dan acceso al puerto de Málaga. Lunes 12 de Septiembre de 2022

El cuarto remo ¿boga o cía?

No te metas que esto es largo…., pero curioso.

Remar supone impeler la embarcación en el agua mediante los remos.

Podemos hacerlo:

marcha avante = bogar

marcha atrás=ciar

La acción de ciar referida al remero, o remar hacia atrás tal como lo define la RAE, lleva asociado el retroceso o marcha atrás de la embarcación. Pero, ¿qué ocurre cuando el mandaor a cargo de «la espailla» gestualmente «cía» a la vez que contribuye al avance de la barca?. En este caso, cabría pensar que ciar y retroceder no van aparejados.

Qué determina la acción de Ciar, ¿que la embarcación retroceda marcha atrás o que «el espailla» adopte el gesto que los bogadores emplean cuando cían ?

Como hemos visto, solo con la definición que aporta la RAE no se resuelve el dilema, ya que se asocia el gesto inverso a bogar con el avance negativo de la embarcación.

Los barcos propulsados a motor, donde no interviene la articulación postural del remero, también emplean el término «Ciar» cuando por contraposición a «dar avante» inician la marcha atrás invirtiendo el sentido de giro de la hélice. Incluso en las embarcaciones que cuentan con dos máquinas propulsoras, también se ciaboga durante las maniobras que requieren virar en redondo, dando avante en una máquina y ciando en la otra.

En este caso resulta claro que es el sentido de la marcha el que determina el uso del término Ciar.

Si aplicamos este baremo a nuestra barca de Jábega tenemos que el mandaor, aún cuando posturalmente adopte el gesto de «ciar», estaría realmente bogando puesto que al desplazar el agua de proa a popa en consonancia con el resto de remeros, contribuye al avance de la barca . Así como estaría ciando toda vez que desplaza el agua con la pala en sentido inverso , de popa a proa, aunque su gesto sea el que emplea el remero en su banco cuando boga.

Siendo esto así, la cosa se complica semánticamente si acudimos al origen del vocablo «Ciar».

Cuando bogamos, intervienen en primer lugar las piernas, que empujan el cuerpo con los brazos extendidos y contribuyen a que la cadera rote hacia atrás .

Por contraposición, cuando ciamos el primer interviniente es la cadera. Pues bien, he aquí que el origen etimológico del término «cadera» es «cía» del latín tardío «scia» y de donde derivan los vocablos «nervio ciático » o «ciática» cuando nos referimos a ese insufrible dolor que provoca su inflamación.

Desde esta perspectiva, estaríamos obligados a emplear el vocablo atendiendo a aquel gesto postural en el que primero interviene la cadera para continuar empujando con los brazos el guión del remo, en este caso de la espadilla.

¿Gesto del mandaor o desplazamiento de la barca?

Si esperan una solución o que me pronuncie en algún sentido, van listos.

Ésto es un dilema crónico que parece consustancial a todo lo que rodea a nuestra querida barca y , si no, recuerden el conflicto irresoluto de «banda de corulla» y «banda de proba».

Así que llámenlo como les venga en ganas.

¿Boria o Taró?

David Vega Gómez 18/08/2021

Hablamos de lo mismo… o, mejor dicho, nos referimos de forma diferente para señalar un mismo fenómeno : la niebla de advección.

Unos lo llaman boria, especialmente en todo el Levante español hasta Cataluña, aludiendo a un remoto origen latino «Boreas», y otros lo denominan Taró, no porque «Boria» sea un término incorrecto, sino porque etimológicamente encuentra su punto de partida en vocablos propiamente fenicios y por tanto más en sintonía con el árbol genealógico de nuestra propia barca. Además, al parecer, el término Taró es más singularmente nuestro, habitual de Málaga, Cádiz y Ceuta.

El caso es que ambos se refieren a un fenómeno que en algunas ocasiones, como el pasado 18 de Julio en el G.P. Pedregalejo, provocan la suspensión de la competición por falta de visibilidad.

Para que ésto tenga lugar deben concurrir dos circunstancias: que la superficie del mar esté relativamente fría y que entre en contacto con ella una corriente de aire cálido, cargado de humedad. Es en ese momento cuando el aire cargado de agua baja su temperatura y se satura, creando a baja altura una niebla espesa que limita la visibilidad.

Ahora bien, ¿Qué agentes intervienen para que se den las condiciones que provocan el Taró?

En nuestras playas todo comienza con unos días en los que sopla de forma continuada, bien el poniente, de ascendencia atlántica, que desplaza la capa superficial y cálida del agua (recordemos que esto ocurre en verano) sustituyéndola por las aguas más profundas y frías que ascienden verticalmente ocupando su lugar, o bien la acción de los vientos del norte que actúan de la misma forma.

El caso es que ya tenemos una superficie del mar fría y a la espera de que un Levante cálido, que lleve evaporando agua desde que inició su viaje a Málaga, monte el pollo suspendiendo eventos y alterando el calendario de Regatas.

«La María Juliana por tierras de Don Blas»

David Vega Gómez 31/05/2022

Ayer Domingo regresamos de Pasaia y hoy lo ha hecho la «Maria Juliana» remolcada por carretera.

No es el primer encuentro marítimo al que asisto, pero sí lo es acompañado por esta barca y con el grupo de compañeros y amigos con los que entreno y comparto afición cada semana.

La experiencia, inolvidable. El escenario inigualable. Un rincón de España en el que se dieron cita embarcaciones de los diferentes puntos de nuestra geografía y de nuestros vecinos europeos.

Veleros de gran porte junto a embarcaciones menores como dornas gallegas, llauts catalanes y levantinos, bucetas, faluchos, pesqueros, balandros; velas cuadras, cangrejas, latinas; remo representado por Traineras, trainerillas, bateles, gamelas etc… y poniendo una nota de color malagueña nuestra «María Juliana», surcando las aguas que hace algo más de trecientos años enseñaron el arte de marear al más ilustre de nuestros marinos, Don Blas de LEZO y Olavarrieta, el medio hombre, el que fijaría para siempre en nuestra imaginación la imagen del marino con pata de palo y al que debemos que hoy siga siendo el español un idioma universal.

Pasaia estos días fue Pasajes, de San Pedro y de San Juan, de babor y de estribor, de idas y de vueltas, de marinos que no conocen fronteras en la mar.

Mañana será otro día y el de ayer, para recordar.

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